Carmelo De Grazia: Diablos Danzantes de Yare son patrimonio y orgullo patrio

Una tradición que nació en el estado Miranda, Venezuela, son los Diablos de Yare; reconocidos incluso por la UNESCO.

Hoy, Carmelo De Grazia nos habla de una de las tradiciones más famosas de Venezuela, misma que no solamente es aclamada y reconocida en el país sino también fuera de este, se trata de los Diablos Danzantes de Yare, una actividad que forma parte importante de la cultura de la nación caribeña y que desde hace 268 años llegó para marcar un precedente imborrable en el mundo.

Grandes y chicos se suman a la actividad

El lugar donde nace esta tradición es San Francisco de Yare en el estado Miranda, se realiza el día del Corpus Christi y son las “Sociedades del Santísimo”las encargadas de planificarlo; pero más allá de lo religioso, su organización y la jerarquía que dan a los que integran la actividad es llamativo y el indicativo de algo que va más allá de la fe, es la cultura propia de un gentilicio.

La celebración tiene como bandera “el triunfo del mal sobre el bien”. Consiste en que una serie de personas vestidas de rojo y con grandes máscaras que simulan el rostro de un diablo, estas danzan por las calles de la ciudad mientras suena la caja, un tambor típico de la zona. Llegan a arrodillarse frente a la iglesia donde un sacerdote les bendice; posteriormente visitan los hogares de hombres difuntos que en vida se dedicaron a esta actividad.

En total son 11 las cofradías conformadas: 

• Diablos Danzantes de Yare.

  

  Danzan por toda la ciudad

• Diablos de Naiguatá.
• Diablos Danzantes de Ocumare de la Costa.
• Diablos de Chuao.
• Diablos Danzantes de Turiamo.
• Diablos de Cuyagua.
• Diablos Danzantes de Cata.
• Diablos Danzantes de Patanemo.
• Diablos de San Millán.
• Diablos Danzantes de Tinaquillo.
• Diablos Danzantes de San Rafael de Orituco.

Carmelo De Grazia señala que es una actividad tan importante para los venezolanos; el 6 de diciembre de 2012 la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco) los declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Por Carmelo De Grazia