Carmelo De Grazia: El “Guaguancó” que desprende Venezuela

Un día sin música es una tarde gris. La magia de la música es un piropo para los venezolanos.

Carmelo De Grazia

La música es entre las artes, una fuente rica de creatividad e inspiración. Para quien aprecia y disfruta la música, entre sus muchas variedades, tiene la capacidad de la autocrítica y la aguda comprensión de diferenciar esos matices que la hace única y fascinante.En nuestra cultura criolla, la música es nuestra forma de comunicarnos y expresar las distintas personalidades de los ciudadanos.

Entiéndase como el sencillo viaje en la “camionetica”, todos apretados en la hora pico, se escuche una variedad de música caribeña –léase salsa brava, romántica, erótica o un ballenato–, en contraste con la música instrumental de nuestra Orquesta Sinfónica en el Metro de Caracas. Es un sinfín de situaciones entrecruzadas que el impacto musical tiene en nuestras vidas. Pues un simple viaje a la playa, una “cervezada” con los amigos durante un partido de béisbol entre Navegantes del Magallanes y los Leones del Caracas, marcan un hito cultural en que la música y nuestras actividades cotidianas se conectan entre sí. 

La música es parte de la cultura
Incluso si ese “guaguancó” se lleva en la piel y un cuatro en el corazón. Es así, en ese patio de juegos y diversión que se fundan los costados del músico venezolano. De ese sabor criollo que nos caracteriza y nos identifica hasta llegar a todos los rincones de este país y enorgullecernos de toda esa identidad cultural que vive en cada uno de nosotros.

Para Carmelo De Grazia la música es entonces un añadido más en nuestra educación, de artesanos que construyen un país y que en su diversidad se encuentra bien marcada nuestras raíces. Como herencia y rescate de esa cultura, Venezuela se encuentra entre los países de mayor renombre en Latinoamérica en la producción y desarrollo de arte musical.  

En Venezuela la música se lleva en las venas
Tenemos talentos que se han forjado en las aulas del Conservatorio Simón Bolívar, de esas academias que han inspirado a muchos y han rescatado a tantos otros sumergiéndolos en las melodías de Bach y Bethoven.

Carmelo De Grazia destaca que los programas de educación musical en Venezuela han sido de impulso social y por ello, este artículo va en homenaje a aquellos luchadores, hombre y mujeres tenaces que han dejado una profunda huella en nuestro colectivo: desde Teresa Carreño hasta Vicente Emilio Sojo, desde Simón Díaz hasta Gustavo Dudamel.

Es indudable el talento y la vena musical en la sociedad venezolana, que con música hemos construido una nación y con música mantendremos la mirada en la esperanza del futuro y la construcción de un país mejor.

Por Carmelo De Grazia

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